Estaba un rico en el confesionario y le pregunta al cura:
- ¿Cómo hago para salvarme padre?
El cura le contesta:
- Hijo mío el dinero es la perdición. Quiero que al salir de a aquí le des 100 dólares a la primera persona que veas.
Sale el rico de la iglesia y se topa una prostituta y le da 100 dólares. La prostituta lo devuelve y le dice:
- Oiga joven son 200 no 100 dólares.
Le contesta el rico:
- Pero... el padre me dijo que eran 100.
- Sí pero el padre es cliente, y usted no.
viernes, 5 de enero de 2007
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