La mujer llega a su casa y le comenta a su marido:
- "¿Te acuerdas de las jaquecas que tuve durante todos estos años?... Pues, se han ido".
- "Qué no tienes mas jaquecas?... pregunta el esposo sorprendido, ¿ qué pasó?"
La mujer le responde:
- "Una amiga me recomendó un hipnotizador". Él me hizo parar frente al espejo, mirarme fijamente a los ojos y repetir: Yo no tengo jaqueca, varias veces, ¡Y funcionó, se fueron las jaquecas!"
El marido responde:
-"¡Pero eso es fantástico!"
- Ya lo creo, querido sabes, tu no has sido precisamente una bola de fuego en la cama, durante estos últimos años, ¿por qué no vas al hipnotizador y ves si puede hacer algo al respecto?"
El esposo acepta intentarlo y pide una cita. Luego de la consulta, el esposo llega a su casa, desgarra sus ropas, toma a su mujer en brazos y la lleva a la alcoba. La deposita suavementen la cama y le dice:
-"No te muevas, regreso enseguida".
El esposo entra en el baño y regresa unos minutos después, salta sobre la cama y se desata en una pasión que difícilmente será olvidada por su mujer. Al término, la mujer exclama:
-"¡¡Bueno, eso si que estuvo fabuloso!!".
El esposo le dice:
-"No te muevas, regreso enseguida".
Nuevamente entra en el baño, regresa unos minutos después y la segunda vuelta es aún mejor que la primera.
La mujer se sienta en la cama con su cabeza dándole vueltas. El esposo le dice:
-"No te muevas, regreso enseguida".
El esposo entra nuevamente en el baño. Esta vez, la mujer lo sigue sin que él se de cuenta y lo ve parado frente al espejo diciendo:
-"¡No es tu esposa! ¡No es tu esposa! ¡No es tu esposa!
viernes, 5 de enero de 2007
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