Llega Zapatero a un banco con intención de cobrar un cheque. Como es normal, la cajera del banco le solicita el DNI o un documento oficial con fotografía donde se pueda ver que es él.
Zapatero le contesta:
- Señorita, he olvidado en la Moncloa la cartera. No obstante, es innegable que soy yo, soy el Presidente del Gobierno de Ex-paña, usted tendría que reconocerme.
La cajera le responde:
- Si usted es igualito, no lo pongo en duda, pero son las órdenes del banco. Mire, han ocurrido casos similares, y lo hemos conseguido resolver.
El otro día vino Ronaldo sin documentación, le pasamos un baloncito, dio unos toques, y al instante pudimos reconocer que él era verdaderamente Ronaldo. Con anterioridad pasó por aquí Plácido Domingo, y en su misma situación, aclaró su garganta y nos deleitó con un pequeño fragmento de una ópera, por lo que hicimos con él todas las operaciones bancarias que deseaba. Lo único que usted tiene que hacer es algo que usted haga habitualmente, de modo que le podamos reconocer sin duda alguna, y así poder abonarle este cheque.
Zapatero se queda pensativo, y tras varios minutos dice:
- Mmmmm, señorita, llevo pensando todo este tiempo, y lo único que se me ocurre son gilipolleces.
- Dígame, Señor Zapatero, ¿lo va a querer en billetes grandes o pequeños?
miércoles, 28 de marzo de 2007
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